¿Hacia dónde vamos?
Un virus que comenzó en diciembre del 2019 en la ciudad de Wuhan, China, ha alcanzado ya más de 50.8 millones de personas contagiadas y más de 1.26 millones de muertes (Datos del 9/11/2020). Este virus, llamado coronavirus SARS CoV-2 o COVID-19, a pasado a la historia por su sorprenderte rapidez de transmisión. Pero más que nada, ha pasado la historia por cambiar radicalmente la manera en que hacíamos las cosas. Nos hizo darnos cuenta de la eficiencia o deficiencia del Estado y la solidaridad de la sociedad. Nos ha abierto los ojos a la importancia de lo colectivo ante lo individual. Nos ha demostrado la importancia de un buen sistema de salud y económico, y por último, nos ha dado el tiempo de reflexionar, ver y entender el interior y exterior de las cosas, tanto en su sentido literal como filosófico. Lamentablemente será una batalla con muchas perdidas importantes, pero al final de todo, será una batalla más, una lección sobre la manera en que hemos estado haciendo las cosas. Capitalismo, socialismo, individual, colectivo, todo se pone en duda. Al final el resultado será el mismo. En algún momento del vasto tiempo, las ciudades quedaran desiertas, sin vida. Los pensamientos, las interacciones, el convivio, cesara en algún punto de la historia. Pandemias como estas son las que poco a poco nos van advirtiendo sobre el porvenir. Son el tipo de sucesos que nos hacen volver a repensar las cosas sobre el camino que hemos tomado. Porque puedo decir con seguridad, que si seguimos el mismo camino, será pronto cuando volvamos a vivir la soledad de la ciudad.
Estas últimas semanas han sido cruciales en la batalla mundial contra la pandemia. Las redes sociales y el mundo digital han puesto su nombre en alto y han adquirido valor en el sentido de ser una herramienta para combatir las restricciones que se aplican para derrotar el virus, el cual es una nula interacción física entre personas. Se han presenciado tristes casos donde las víctimas de este virus recurren a la tecnología por medio de videollamadas con sus familiares y seres queridos para poder decir un último adiós. El sector educativo y el sector privado tuvieron que modificar y ajustar el programa de clase y trabajos para transformar algo que siempre a sido presencial ha algo totalmente digital. Las redes sociales se han encargado de mantenernos informados sobre la situación global por la que pasamos todos nosotros, desde temas sociales, económicos y políticos hasta la felicidad e intimidad que se vive dentro de las casas de la gente de este mundo. Videos personales, clases en línea, conciertos en vivo, convivio entre amigos, esto y muchas otras cosas son las que ahora compartimos por medio de un aparato con cámara. Pero esto no termina aquí, porque por primera vez en mucho tiempo se no ha dado el gran regalo del tiempo. El estar dentro de un mismo espacio por un largo tiempo nos da la oportunidad de pensar, de reflexionar sobre temas que tal vez vagaban por la cabeza, pero realmente no nos sentábamos a darle el tiempo suficiente para entender las cosas que hemos logrado en este presente. Todo ésta cambiando, el sistema, los líderes, la sociedad, los pensamientos, las acciones, el consciente. Todo debe de cambiar en el transcurso del tiempo. Pero me pregunto ¿estaremos cambiando para bien o para mal? La respuesta la tendremos más adelante, de lo que si estoy seguro es que será un resultado de lo que hagamos ahora. Tenemos en nuestras manos la oportunidad de darle la vuelta a temas como el cambio climático, un nuevo sistema igualitario, un nuevo plan para combatir problemas sociales, económicos y políticos. Todo esto con la ayuda de lo que ahora son las nuevas tecnologías y los nuevos pensamientos que surgirán desde el fondo del consciente en reacción a lo que estamos viviendo.
Las siguientes fotografías tienen como objetivo dar a entender la importancia de la vida dentro de las ciudades, comunicar a través de imágenes lo impactante que es ver la soledad de la ciudad y el distanciamiento de nuestra humanidad, y poder cambiar la percepción que tenemos del mundo actual.


































